El vino fue una forma de diezmar. Cuando se da el diezmo y la ofrenda Dios promete abrirnos las ventanas de los cielos derramando bendición sobreabundante.
Nehemías 13:12 y todos los de Judá trajeron a las bodegas del templo los diezmos de trigo, vino y aceite.
Cuando Moisés envía a doce espías a reconocer la tierra de Canaán, les solicita que tome el fruto de ese pais. Como era el tiempo de las primeras uvas llegaron al arroyo y tomaron el racimo de uvas, el cual era tan grande que en un palo lo cargaron entre dos, porque ahi tambien vivia la raza de gigantes hijos de Anac.
Números 13:24 Cuando llegaron a un arroyo, cortaron un racimo de uvas tan grande y pesado que tuvieron que cargarlo entre dos. Los otros llevaron granadas e higos. El racimo que allí cortaron los israelitas era tan grande que a ese arroyo le pusieron por nombre Escol, que significa «racimo».
Cuando Jesús convirtió el agua en vino en las bodas de Caná de Galilea por motivo que el vino se acabó, el maestresala probó el agua hecha vino sin saber lo que había pasado, dijo que era buen vino y no debía reservarse al final para los invitados.
Juan 2:11 Este principio de sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en Él.